lunes, 9 de julio de 2018

Todo y nada. Simplemente que fluya.

Abracemos el dolor :) Sin más ni más. Sin planteamientos ni cuestiones extras. 

¿Por qué esto? Ya son varios años sin escribir en este blog -aunque siempre contestando a todos vuestros mensajes, emails y comentarios- por varias razones importantes. Aún así, y revisando vuestras peticiones, una de las cuestiones que más se repite es la manera de canalizar el dolor, que éste no nos traslade a la frustración, al decaimiento, la lucha contra el ego, etc.
Aunque no sea lo más adecuado concentrar toda la información en un solo post, entendiendo todo ello como la misma cuestión emocional, intentaré lanzar un enfoque, siempre basado en experiencias propias, perspectivas personales, y generado por grandes libros, oradores de crecimiento personal y grandes pensadores que espero os ayude, aporte o simplemente abra una pequeña grieta en vuestra manera de pensar. 

El miedo nos destruye y la dependencia que nos genera el apego nos estanca. Estamos aquí para crecer como personas, para aprender a conocernos mejor, para entender que la felicidad es una cuestión de actitud, para sernos honestos, para comunicar desde el corazón, para dar las gracias por todo aquello que tenenos y nos dan, y para emanar amor desde nuestra mayor bondad.

Pocas verdades absolutas existen y pocas personas aciertan sin haber errado. Vivimos (con todo lo que conlleva la el verbo "vivir") y gracias a esta aventura y/o experiencia vamos modificando nuestro camino, incluyendo o excluyendo a las personas que consideramos deben acompañarnos, al igual que vamos alterando todo aquello que nos bloquea y no nos deja volar.

Como dice el budismo, el dolor no podemos evitarlo, pero el sufrimiento sí. Cuando sentimos un dolor, el que sea, siempre nos está proporcionando una información: si me duele la muela, puede ser que tenga una infección; y de la misma manera ocurre con nuestras emociones, que cuando son dolorosas, están avisándonos de algo de lo que podemos aprender.

Si entendemos que la vida es aprender a caminar por la senda de la felicidad, el dolor serían unas zarzas colocadas en los laterales del camino para cuando nos salimos de ahí. Sirve para que comprendamos los límites de esa felicidad y realización personal, y para que anclemos lo que sí es importante, aprendiendo a marcar la diferencia. Tomando así el dolor, puede convertirse en una importante fuente de aprendizaje, y al mismo tiempo, evitamos convertirlo en un narcótico. Pues, el hecho de que podamos aprender del dolor, no implica que para aprender debamos lanzarnos de cabeza a las zarzas del camino, sino que necesitamos aceptarlas como parte de nuestra vida.

Hay situaciones en las que el dolor nos está avisando de algo que no va bien: algo que estamos haciendo o dejando de hacer en nuestra vida y nos hace sentir mal. Por ejemplo, supongamos que una persona tiene dolor de cabeza y cada día, al llegar del trabajo, se da un masaje y se toma una pastilla para aliviarlo. ¿Qué está ocurriendo? Que está resolviendo el efecto, pero no ha solucionado la causa, ni siquiera la explora. ¿Qué le pasa realmente? Que tiene miedo por algo importante que le preocupa, y resulta que eso le lleva a apretar la mandíbula de forma inconsciente mientras trabaja, y al final del día le duele mucho la cabeza como consecuencia del bruxismo. Pero imaginemos que pasan los días y esta persona sigue con mucho dolor de cabeza. Su preocupación no se ha reducido, pero tampoco es consciente de que la tiene porque no quiere pensar mucho en ello. Sigue apretando los dientes y cada vez duerme peor. Entra en un círculo vicioso psicosomático que le lleva de mal en peor y ha desconectado de lo que le está pasando.

Nuestra mente, traicionera, se aferra al miedo, a la exigencia, al deseo y a las dañinas expectativas. Y cuando la realidad no se adapta a lo que nosotros esperamos, nos invade la frustración, preludio del sufrimiento. Este dolor psicológico es el resultado de todas aquellas creencias y reacciones que limitan nuestra comprensión, y tiene una clara función: derribar los muros de nuestra ignorancia, ampliando nuestro nivel de consciencia.
Aunque la mayoría de seres humanos pasan por la vida huyendo del sufrimiento, se trata de una gran oportunidad para aprender y evolucionar, haciéndonos más fuertes y sabios. De ahí la importancia de atrevernos a enfrentarlo. Y sea cual sea la causa que lo desencadene, no desaparecerá hasta que la comprendamos y la integremos en nuestra forma de ver la vida.

Las puertas totalmente cerradas o completamente abiertas no nos llevarán al crecimiento, ya que cualquier extremo genera e implica limitación, lo cual origina decrecimiento. Dejad fluir, sin miedo, y todo irá bien.

                                          
                                          “La adversidad es ocasión de virtud”,
Séneca

domingo, 22 de enero de 2017

El secreto del crecimiento empresarial

Hola a todos y a todas. Hace mucho tiempo que no he podido dedicar el tiempo necesario a seguir contándoos contenido que considero de interés personal. El 2016 ha sido un año realmente intenso y enfático a nivel profesional. TAOM, una de las razones importantes por las cuales mi ilusión sigue viva, y consigue mantenerse a flote a pesar de las adversidades o infortunios, se ha sometido a un crecimiento exponencial imponente, sosteniendo un crecimiento de más del 300% en dos años. Dentro de este periodo he sufrido malos momentos, ataques de ansiedad, crisis personales, carencia de creatividad, falta de impulso... Hasta el punto extremo de haberme planteado cambiar absolutamente de vida y comenzar una nueva como vendedor de libros -algo que, por otro lado, me hubiera entusiasmado-. Cuando todo pasa y encuentras el apoyo necesario, la perspectiva cambia volviendo a encontrar el camino que decidí recorrer hace 15 años.




Lo conseguido nos es difícil de creer hasta a los que hemos sido partícipes de ello desde el inicio. Pero lo más importante es que es los retos jamás acaban, y si eso ocurriese nosotros nos encargaríamos de autoretarnos. Creo y confío en el cambio, nunca he tenido miedo en arriesgar, en arriesgar mucho, en las nuevas formas de gestión y desarrollo, en las Personas jóvenes y con talento que tan fuerte pisan y tanto tienen que enseñarnos... Este primer post del 2017 os habla del porqué y del cómo.

En el año 2000 aparece el término liderazgo empresarial como un concepto propio desarrollado por los profesores de la Escuela de Negocios de Columbia Rita Gunther McGrath y Ian MacMillan. En su trabajo ‘The Entrepreneurial Mindset’ interrelacionan el liderazgo empresarial con aquellos profesionales que son capaces de aprovechar las oportunidades que se presentan en un mercado cada vez más dinámico y conseguir una posición más ventajosa respecto a sus competidores.
De ahí que una de las mayores dificultades a la hora de definir el liderazgo empresarial radique en la misma volatilidad del concepto, que varía en función de los nuevos escenarios a los que se enfrentan las organizaciones. Aunque siempre es enriquecedor conocer los estilos de liderazgo que forjaron grandes nombres en la historia,  como explica Paul Bennett, director de Estudios Directivos en la Universidad de Southampton, “en el cambiante y complejo mundo de los negocios del siglo XXI, es difícil comprender por qué la educación en management se centra en los estilos de liderazgo de Ricardo Corazón de León o Winston Churchil”.


A esto se suma el carácter subjetivo de lo que cada persona entiende como liderazgo. Quizá un sujeto pueda ser un gran líder para un individuo pero no sea concebido como tal por otro. La historia, de hecho, nos ha dejado múltiples ejemplos. Sin olvidar tampoco la importancia que tiene hoy en día el liderazgo situacional como mecanismo para adaptar la dirección a la implicación y grado de madurez de los propios empleados.

Sé tu propio líder y mantén firmes estos valores y habilidades:

  • Innovación y creatividad. Hoy en día hay la palabra exceso está presente en casi todo por lo que ser creativo e innovador te hará destacar ante el resto creando un valor de marca muy potente, además de generar interés.
  • Carisma. Seduce, respeta y convence.
  • Comunicación. El liderazgo empresarial requiere de una alta habilidad directiva para transmitir no solo el qué se quiere lograr, sino también el cómo se van a conseguir las metas.
  • Delegación. Para poder atender a las mayores necesidades para el crecimiento, debes aprender a delegar. Además, será un acto de confianza y un reto para la persona elegida.
  • Coordinación. La capacidad de conseguir que todas las piezas de la maquinaria funcionen eficazmente es otra de las características del liderazgo empresarial. Para ejercerlo, es fundamental conocer en profundidad a la compañía y sacar el máximo partido a los recursos de los que se dispone.
  • Colaboración. Colabora codo con codo con tu equipo, creando estrechos lazos entre los miembros de la plantilla para obtener los resultados esperados.
  • Disciplina. Si bien el liderazgo empresarial potencia las fortalezas de cada trabajador, también es necesario gestionar las debilidades y ser exigente con los integrantes del equipo, para evitar los fallos y eliminar las carencias.
  • Honestidad. ¿Cómo va a conseguir un directivo el respeto de la plantilla si muestra un comportamiento incoherente? Ser consecuente con los actos, decisiones e ideales, en los éxitos y en los fracasos, marcarán la diferencia entre una gerencia mediocre y un auténtico liderazgo empresarial.
  • Entusiasmo. Esta capacidad es clave en el resto de habilidades. Demostrar una actitud entusiasta y contagiarla al resto del capital humano de la organización es el primer paso para desarrollar un buen liderazgo empresarial.



“La manera más efectiva de hacerlo, es hacerlo”  -Amelia Earhart-



Fuente: http://www.escuelamanagement.eu/habilidades-de-liderazgo-2/que-es-liderazgo-empresarial-concepto-y-caracteristicas

sábado, 13 de febrero de 2016

Las inteligencias múltiples

Hace varios años que leí el primer artículo al respecto donde sentí una primera gran empatía. Nunca me he casado con una ciencia concreta, ni con una filosofía o un estilo musical en determinado, porque, aparte del posible desconocimiento e ignorancia en muchos campos y detalles selectivos que aclararían muchas cuestiones, pienso que todo aporta, que no hay una "única unidad" como concepto en áreas o disciplinas tan gigantescas. Siempre he creído y confiado en la variedad y en la fusión de varias materias como regenaración de una nueva. Esta teoría defiende la pluralidad y afirma que un prestigioso físico teórico no es más inteligente que un compositor de orquesta, sino que sus inteligencias están aplicadas a diferentes ámbitos.

La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada por el psicólogo estadounidense Howard Gardner como contrapeso al paradigma de una inteligencia única. Gardner propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia. Así pues, Gardner no entra en contradicción con la definición científica de la inteligencia, como la «capacidad de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos».



Se definen 8 tipos de inteligencias:

Inteligencia lingüística

La habilidad de comunicarnos y dominar un lenguaje es universal y trasciende cualquier barrera cultural. Niños y niñas de todo el mundo aprenden a dominar uno u otro tipo de idioma para lograr una comunicación eficiente.

Las personas que dominan más la comunicación son aquellas que cuentan con una inteligencia lingüística superior. Aquí podemos encontrar a los líderes, caudillos, políticos, escritores, poetas, etc.
Este tipo de inteligencia no está solamente relacionada con la habilidad del habla sino también con otras formas de comunicación como la escrita, la gestual y más.

Inteligencia lógico-matemática

La llamada inteligencia lógico-matemática es aquella que cotidianamente es considerada como inteligencia en bruto. Esta es la que separa a las personas inteligentes de las no inteligentes según el paradigma actual.
Como el nombre lo dice esta está asociada a los razonamientos lógicos y la resolución de problemas matemáticos. La velocidad para resolver acertijos matemáticos y lógicos determina este tipo de inteligencia.

Los famosos exámenes de coeficiente intelectual (o IQ) están basados en este tipo de inteligencia y la inteligencia lingüística. Los científicos, los economistas, los ingenieros y otros tipos de académicos son los que tienen más este tipo de inteligencia.

Inteligencia espacial

La capacidad de resolver problemas o poder ver el mundo y los objetos desde diferentes ópticas está asociada con este tipo de inteligencia, conectada con los jugadores de ajedrez y con aquellos que trabajan en las artes visuales.

Las personas que cuentan con inteligencia espacial superior suelen ser más hábiles para desarrollar imágenes mentales, dibujar y percibir detalles entre otras cosas. Aquí podemos encontrar a los fotógrafos, diseñadores, publicistas y arquitectos.

Inteligencia musical

La noción de música es universal y se encuentra presente en todas las culturas. Esto hace pensar que universalmente existe una inteligencia musical presente en todo ser humano.
Ciertos sectores de nuestro cerebro desempeñan papeles muy relacionados con la interpretación y la creación de música y al igual que todos los demás de tipos de inteligencias, la musical puede entrenarse y mejorarse.

Claramente aquellos que dominan este tipo de inteligencia pueden tocar variedad de instrumentos al igual que leer y crear música de forma natural.

Inteligencia corporal cinestésica

El desarrollo de las habilidades motrices necesarias para el manejo de herramientas o la exteriorización de ciertos sentimientos son un aspecto que se ha trabajado en todas las culturas desde el inicio de la raza humana.

La capacidad de resolver problemas utilizando herramientas o sabiendo los tipos de fuerza que se deben hacer está considerada como inteligencia corporal cinestésica, sin embargo resulta ser bastante intuitiva. Pero por otro lado el uso de esta inteligencia para expresar emociones, competir o crear ya es un aspecto que necesita de otro entrenamiento.
Aquí podemos encontrar desde bailarines y actores hasta escultores y cirujanos ya que todos deben hacer un uso racional de sus habilidades físicas.

Inteligencia intrapersonal

La inteligencia intrapersonal refiere a aquella inteligencia que nos faculta para comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo.
Las personas que destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre éstos. Esta inteligencia también les permite ahondar en su introspección y entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.

Inteligencia interpersonal

La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Más allá de el contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia interpersonal evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas.
 
Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos numerosos. Su habilidad para detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás resulta más sencillo si se posee (y se desarrolla) la inteligencia interpersonal. Profesores, psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son perfiles que suelen puntuar muy alto en este tipo de inteligencia descrita en la Teoría de las Inteligencias Múltiples.

Inteligencia naturalista

La inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados a la naturaleza, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza.

Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples de Gardner, concretamente en el año 1995. Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano (o cualquier otra especie) y que ha redundado en la evolución.



Conclusión

Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases de inteligencia, aunque cada cual destaca más en unas que en otras, no siendo ninguna de las ocho más importantes o valiosas que las demás. Generalmente, se requiere dominar gran parte de ellas para enfrentarnos a la vida, independientemente de la profesión que se ejerza. A fin de cuentas, la mayoría de trabajos precisan del uso de la mayoría de tipos de inteligencia.

La educación que se enseña en las aulas se empeña en ofrecer contenidos y procedimientos enfocados a evaluar los dos primeros tipos de inteligencia: lingüística y lógico-matemática. No obstante, esto resulta totalmente insuficiente en el proyecto de educar a los alumnos y alumnas en plenitud de sus potencialidades. La necesidad de un cambio en el paradigma educativo fue llevado a debate gracias a la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner. Así que todas las personas que valoramos la educación y la cultura deberíamos de estarle agradecidos.


"Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas nuestras mentes son iguales. O podemos tomar las diferencias entre ellas." -Howard Gardner-




domingo, 22 de noviembre de 2015

Si estás en un mal momento de tu vida, lee esto

Solo necesitas 21 días. Sí, pruébalo porque no tienes nada que perder. A principios del siglo XX William James (1842-1910), uno de los padres de la psicología moderna y gran difusor del pragmatismo como corriente filosófica, escribió su artículo “Habit” (Hábito). En él desarrolló ampliamente su idea de plasticidad cerebral, y lo que ésta implicaba en el comportamiento animal y humano.
Años después, James incluyó “Habit” como capítulo IV de su obra Principios de Psicología, una de las obras de referencia de esta ciencia.

Hablemos un poco más de los hábitos. Los hábitos tienen un papel destacado en el día a día de todo individuo: simplifican los pasos necesarios para obtener un determinado resultado, hacen que dichos pasos sean más adaptativos y exactos, y disminuyen la fatiga. Asimismo, hacen que la atención consciente dedicada a la ejecución de esos actos sea menor, automatizando la conducta y haciéndola más fluida. ¿Qué es necesario para poder modificar un hábito?










  1. Determinación
    Para lograr la adquisición de un nuevo hábito, o el abandono de uno viejo, debemos lanzarnos con una iniciativa lo más fuerte y decidida posible. Debemos tratar de concatenar todas las circunstancias que podrían reforzar los objetivos correctos. Propicia un contexto que potencie tu nuevo camino, adquiere compromisos incompatibles con el viejo hábito, realiza un compromiso público, si la ocasión lo permite. En resumen, rodea tu decisión de todas las ayudas que se te ocurran. Esto dará a tu nuevo comienzo tal ímpetu que la tentación de abandonarlo tardará más en aparecer. Y cada día en que no recaigas en el viejo hábito, alejará aún más la posibilidad de dicha recaída.
  2. Disciplina
    No te permitas ninguna excepción hasta que el nuevo hábito esté realmente implantado en tu vida. Cada recaída es como dejar caer un ovillo que estás tratando de enrollar; un simple descuido logra deshacer muchas de las vueltas que pasaste horas liando. La continuidad del entrenamiento es la clave que hace que el sistema nervioso funcione de forma infalible… Es sorprendente con cuánta rapidez un deseo muere de hambre si nunca se alimenta.
  3. Motivación e iniciativa
    Aprovecha la mínima oportunidad para actuar de acuerdo con los cambios que decidas hacer, y cada aliciente emocional que experimentes, que te guíe hacia los hábitos que aspiras a adquirir. No es el momento para que se desarrollen, sino para que produzcan reacciones en tu interior, resoluciones y aspiraciones que comuniquen tu nuevo estado al cerebro.
Y, ¿cuánto se tarda en asimiliar un nuevo hábito? Solo necesitamos 21 días para que un nuevo hábito pase a formar parte de nuestra vida cotidiana. Aprender nuevas habilidades puede tener un efecto en la estructura física del cerebro, modificándolo y estableciendo nuevas relaciones y circuitos neuronales, que a su vez alteran su funcionamiento. Ya se hablaba entonces del concepto de plasticidad cerebral o neuronal, que ahora es clave en el estudio de las Neurociencias. El cerebro es un órgano moldeable y cada destreza aprendida, lengua estudiada o experiencia vivida, reconfigura nuestro mapa cerebral.

Pero, ¿Por qué 21 días?  
Al parecer la primera persona que hablo sobre los 21 días fue el doctor Maxwell Maltz en su libro el cuál en 1960 fue todo un éxito (1). El  se dio cuenta que sus pacientes tardaban 21 días para dejar de sentir la conocida “sensación fantasma” después de la amputación de una extremidad. Encontré este documental que describe bien el punto. Esta teoría NO es la verdad absoluta, como dije cada quien es diferente y por eso es importante evaluarte a ti mismo para saber cuándo estas preparado para incorporar un nuevo hábito. Los 21 días solo eran una estimación de adpatación a un cambio, pero no siempre se logra incorporar un hábito durante este tiempo. Por eso nosotros solo usamos esos 21 días como parámetro para re-evaluarnos y ver si estamos listos para incorporar un nuevo hábito, o simplemente necesitamos más tiempo.
Sin embargo, un estudio reciente,  intento investigar cuánto tiempo en realidad se necesita para formar un nuevo hábito. Para descubrirlo se examinaron los hábitos de 96 personas durante un período de 12 semanas. Cada participante eligió un hábito (desde tomar agua hasta correr por las mananas) y se automonitorearon duránte todo el estudio para verificar si en verdad cumplieron con la acción diaria o no.
Los resultados mostrarón que promedio, la automaticidad de la acción, en donde ya no genera esfuerzo hacerla (una meseta en la curva de aprendizaje), se alcanzó después de 66 días.



"Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia" -Honoré de Balzac-






Fuentes: http://www.samastah.com/21-dias-para-cambiar-un-habito-la-gran-idea-de-williams-james/ 


domingo, 18 de octubre de 2015

Aprende a motivar a tus alumnos/as

Comencé desde muy joven a relacionarme con el mundo de la docencia. Tan solo tenía 17 años cuando, de manera extraoficial, enseñé las primeras nociones del lenguaje musical a un ex vecino.
Poco a poco fue quedándome claro que una de las funciones que iba a tener en esta vida iba a ser comunicar. O, mejor, Comunicar. Compartir aquello que sabía o no se me daba del todo mal.

Hace dos años decidí apartar temporalmente la enseñanza continuada tras completar unos fantásticos 10 años. Necesitaba concentrarme y enfocar mis energías en otro lugar.
Actualmente tengo 29 años y el coaching educativo es una de las herramientas que van impregnadas en mí. Soy una persona que cambia, evoluciona o involuciona, que muchas veces desaprende y que siempre ha valorado y defendido la cultura del esfuerzo. Ya, simplemente, interiorizando ciertos conceptos podréis conseguir, en gran medida, todo aquello que os propongaís. Comencemos:



La motivación. Que estés motivado o motivada hará de ti que estés feliz. Sentirás que posees un objetivo y todo comenzará a funcionar para que esto ocurra. La motivación es la predisposición que uno tiene para promover un cambio, para realizar una transformación. La motivación es una fuerza interior que permite llevar a cabo una acción, un deseo de convertir el decir en hacer. La palabra motivación procede del latín motus que significa ‘causa del movimiento’. Pues bien, es ese movimiento el que permite pasar a la acción y modificar la conducta.

Vamos a citar 11 importantes claves las cuales me sirvieron y me sirven para conseguir cualquier objetivo que te propongas.

1. Definir el objetivo. Nunca serás capaz de motivar a tus alumn@s si no eres capaz de definir previamente cuál es el objetivo por el cual tus alumn@s querrán promover un cambio en su interior. Sin objetivo no hay motivación. Sólo conociendo lo que se quiere es como podrás ser capaz de desearlo.

2. Provocar el deseo. Una vez tienes definido cuál es el objetivo que propiciará la motivación en tus alumn@s, es cuando debes crear en ell@s un deseo profundo e interior. El deseo es un arma tremendamente poderosa y muy probablemente es el motor principal para la puesta en marcha de dicho objetivo. Hay que ser conscientes de que en muchas ocasiones el deseo se provoca y tú como docente debes propiciarlo.


3. Mantener la pasión. Cuando tus alumnos saben lo que quieren y que lo quieren es el momento de prolongar la motivación mediante la pasión. La pasión es fundamental porque cualquier pasión está íntimamente ligada a los sentimientos. En el momento en que la motivación se aúna con éstos es cuando la realización de cualquier objetivo se hace más viable.

4. Visualiza el cambio. Si hay motivación, hay movimiento. Y el movimiento es sinónimo de avance, de cambio. Es muy importante que en el proceso de motivación l@s alumn@s sean capaces de visualizar y verbalizar dichos cambios. Porque visualizando dichos cambios es como se consigue mantener la pasión y, por ende, la motivación.

5. Fomentar la excelencia. No hay peor enemigo para la motivación que la perfección. En este sentido es fundamental distinguir entre perfección y excelencia. De lo que se trata es de mantener la motivación pero sin pretender alcanzar la perfección del objetivo.

6. Premiar el logro y el error por igual. Sí, has leído bien. En el aprendizaje de la motivación hay que premiar por igual el logro y el error. Hay que entender la motivación como un proceso y dicho proceso no está exento de dificultades. Si tus alumn@s aprenden a valorar por igual sus logros y sus errores, la predisposición de no abandonar su objetivo será mucho más alta y permitirá la transformación final, es decir, la consecución del objetivo.

7. Superar los miedos. En todo proceso de motivación es frecuente que aparezca el miedo de no poder llegar a cumplir con el objetivo marcado. El miedo es, sin duda, otro de los grandes enemigos de la motivación y puede presentarse de múltiples maneras. De nuevo de lo que se trata es de poner de manifiesto dichos miedos, verbalizarlos y tomar conciencia de ellos. Tus alumn@s nunca serán capaces de eliminar sus miedos si no saben a qué le temen. Se tiene miedo a lo desconocido, a lo nuevo, al cambio y, precisamente, la motivación es conocimiento, novedad y transformación. De ahí que se establezca una lucha constante entre lo que les gustaría y lo que tienen, entre lo que dicen y lo que hacen. El miedo paraliza, mientras que la motivación es energía en constante movimiento.




8. Buscar el equilibrio entre la concentración y el descanso. Este apartado me parece realmente importante porque en cualquier proceso en el que interviene la motivación hay que aprender a encontrar un equilibro entre el desgaste que implica la atención para llevar a cabo un objetivo y el descanso o relajación que dicho esfuerzo de concentración implica. Con esto quiero decir que es tan importante ser consciente del esfuerzo ante la consecución de un objetivo que el descanso que conlleva dicha consecución del objetivo y que debe servir para ir tomando conciencia de los avances que tus alumnos han conseguido.

9. Huir del dolor para encontrar el placer. En el proceso de enseñanza de la motivación para la consecución de un objetivo es realmente importante ser consciente que en muchas ocaciones la motivación nace por el deseo de un cambio, un cambio que en muchas ocasiones viene determinado por el dolor ante una situación determinada. De hecho, muchos objetivos guardan una relación estrecha con el dolor que les provoca una determinada situación o condición. Hay que averiguar qué causa ese dolor en tus alumn@s y enseñarles que huyendo de este dolor lo que se conseguirá es alcanzar el logro y no hay logro que no esté vinculado al placer.

10. Ser resilientes. La consecución de un logro, de un objetivo está cargado de adversidades, de miedos. De ahí que sea tan importante que tus alumn@s sean unos alumn@s educad@s en la resiliencia, en la capacidad de superar las adversidades y transformarlas en oportunidades. 

11. Ser disciplinado. La disciplina se me antoja fundamental y muy ligada a la cultura del esfuerzo porque la organización para la consecución de un objetivo es un proceso en el que como docente puedes estar presente, pero depende en última instancia de tus alumn@s. Aunque la disciplina también se enseña,  como docente debes ser consciente de que el camino para enseñar motivación es un camino de acompañamiento y eso es lo que lo hace realmente grande, porque la consecución del objetivo será vista por tus alumn@s como algo que han conseguido por ell@s mism@s. Esta es, sin lugar a dudas, la mejor recompensa y el mayor aprendizaje que puedes ofrecerles.




"La tragedia en la vida no consiste en no alcanzar tus metas. La tragedia en la vida es no tener metas que alcanzar" -Benjamin E. Mays-



 



Fuente principal: justificaturespuesta.com/11-claves-para-ensenar-motivacion-en-las-aulas-infografia/

viernes, 18 de septiembre de 2015

A todas las personas que no sois felices, lo sabéis y no hacéis nada

Si estás leyendo esto es posible que tengas muchas papeletas para ser una persona infeliz, lo sepas y no hagas nada para remediarlo. Pues a ti te digo: ¡TE LO MERECES! Porque seguro que te entristece que llueva porque te da pereza ir al gimnasio, o te irrita que alguien te haga un comentario fuera de tu agrado porque hiere tu expléndida y ostentosa sensibilidad, o que llegues a la biblioteca y alguien esté en tu sitio habitual... Te ocurre lo que te ocurre porque el problema lo tienes tú y no el resto. Una persona que se equivoca porque quiere debe asumir su propia responsabilidad, y en ella está la llave para dar la vuelta a su vida. Pero claro, ahí están nuestros amigos los miedos, causantes y progenitores de nuestra careta diaria. O, bueno, puede que cada día se muestre una diferente.


¡Ojalá tengas un fuerte golpe emocional para que espabiles de una vez por todas! Que hasta ahora, seguro que has vivido de una manera muy confortable.

Aquí tienes mi perspectiva. Si quieres la coges y si no la dejas. Es fácil. Y eso que me saltaré las reglas añadiendo "no" muchas veces, a ver si así funciona.

1. NO TE MIENTAS

Si eres borde, eres borde. Si eres idiota, eres idiota. Si eres prepotente, eres prepotente. Si eres amable, eres amable. Bien, pues asúmelo. Una vez asumido en tus manos está si quieres modificar cualquier conducta. Pero lo primordial es que no te mientas.

2. NO SEAS HIPOCONDRÍACO/A

Que te pique un mosquito no quiere decir que se te vaya a caer el brazo. Me irritan las personas que siempre les duele algo, se quejan o están enfadadas con el mundo porque la Tierra es redonda... Si te duele algo realmente, toma medidas y no te quejes más, ¡por favor! Tú mismo/a tienes generarte un dolor de cabeza del cual no eres ni consciente.

3. QUE TUS MIEDOS NO SEAN UN PROBLEMA PARA EL RESTO

Sí, si para ti lo son, ¡allá tú!, pero al resto no nos supongo un problema. Quizás así se te encienda media luz de tu lúgubre bombilla y algo te funcione. Sabes, perfectamente, a qué me refiero así que olvídalos ya.

4. ELIGE SER FELIZ

Solo tenemos una vida y demasiado corta para que esperemos ingenuamente ese momento perfecto, en el cual creemos que la felicidad bajará de algún cielo, e ingresará a nuestra vida en forma de dinero, oportunidad, persona, etc, y que simplemente con abrazar ese instante, juntaremos la fuerza para: ¡empezar a ser feliz!. No. La felicidad es un viaje mucho más largo que ese, más profundo, y más reconfortante, por cierto. Es una decisión diaria ser feliz, y cómo cualquier otro hábito, requiere un compromiso constante para interiorizarlo. Entonces, ten primero la INTENCIÓN, la predisposición para salir de tu zona de confort, para dejar viejas costumbres y pensamientos atrás, y ahora mismo empieza a realizar simples modificaciones, que irán aportando esa sensación de bienestar y plenitud, que te permitirán ser más feliz.
Es decir: deja de buscar la felicidad y empieza a vivir la felicidad.

5. DA LAS GRACIAS

No solo dar gracias a personas, sino a la vida, al universo, a tu perro, o al café que te despierta cada mañana. Da igual el porqué, da las gracias por aquello que hagan por ti y ya está. Tan solo que una persona dedique medio minuto de su tiempo en pensar en ti, ya es algo que no podrá recuperar. Sin duda, merece un enorme "gracias".

Creo que si empiezas haciendo estas cinco cositas vas a notar un gran cambio, y el resto se te ocurrirá a ti solito/a. ¡Ah! Y no te compares con el resto, las envidias son muy malas. Y no hay por qué contestar a todo, ni siempre decir la verdad.

E, importante, para ser feliz también hay que estar triste y sentir dolor, pero no siempre.






La felicidad depende de nosotros mismos -Aristoteles-







                           



viernes, 13 de marzo de 2015

El talento: ¿nacemos con él o lo desarrollamos?

Una de las cuestiones que más ha permanecido en mí ha sido si nacemos con talento, con un don innato, con una cualidad especial que nos dota de unas capacidades específicas de las cuales el resto de personas que nos rodean no pueden disfrutar. Esa idoneidad e inteligencia ante algo que nos hace únicos: el talento.

A) Especial capacidad intelectual o aptitud que una persona tiene para aprender cosas con facilidad o para desarrollar con mucha habilidad una actividad.
B) La capacidad de hacer cosas extraordinarias. Capacidad de hacer una cosa que la mayoría de los otros nos consiguen hacer.

Mucha gente, a lo largo de la historia de la humanidad, se ha hecho la misma pregunta. Y la respuesta no es fácil. En parte, el talento nace con nosotros, pues venimos al mundo equipados con los instrumentos para hacer muchas cosas diferentes y extremandamente complejas. Nacemos con la capacidad de ver, sentir, movernos, comunicarnos, memorizar, aprender, construir cosas... ¿Has pensado cómo sería tu vida si fueses una planta o una hormiga? Más allá de estas grandes diferencias, también hay desigualdades -más pequeñas- entre las personas. Te habrás dado cuenta de que en tu clase algunos compañeros o compañeras aprenden más rápido matemáticas, mientras que otros tienen más facilidad en los deportes...



Si nos comparamos a un ordenador, nuestro cuerpo es como un hardware, además, nacemos con un sistema operativo instalado en nuestro ADN, el código genético, que contiene las instrucciones que permiten que el cuerpo funcione. El software es todo aquello que aprendemos. Es la cultura. Es aquello que observamos. Y, como cualquier ordenador, vamos realizando actualizaciones de nuestro sistema operativo y vamos instalando nuevos programas. Esto nos da la capacidad de adaptarnos a distintos ambientes, y de aprender cosas muy variadas.

Como cualquier metáfora, esta es una manera muy simple de ver las cosas, pero nos sirve para ilustrar la idea de que una parte de ti viene instalada de raíz,  pero no es fija. Todo aquello que haces tiene un impacto en quién eres. Las experiencias que tienes, las personas que conoces, las cosas que aprendes. Hasta aquello que comes, y cuánto deporte practicas. Algunas cosas tienen más impacto que otras, y todavía no se ha conseguido medir exactamente qué impacto tiene cada estímulo. Pero es importante que te quedes con la siguiente idea: tu cuerpo (con el que naces) y tus experiencias de vida (todo lo que te ocurre) se influyen mutuamente. Y, por eso, no es posible decir que el talento viene dado de nacimiento, o que sólo se consigue con mucho esfuerzo, sino que es resultado de ambos factores.

¿Existe un tiempo limitado para conseguirlo?

Los científicos han intentado medir cuánto tiempo es necesario para desarrollar un talento. Algunos dicen que miles de horas. Otros, que miles de años. No hay un número exacto, el tiempo necesario varía según la persona y según aquello que se quiere aprender. La práctica no debe ser demasiado concentrada, más de cuatro horas diarias es, probablemente, demasiado. Son suficientes dos horas diarias, todos los días (o casi todos).

Ser muy bueno en una cosa implica esfuerzo, mucho esfuerzo. Por eso, si es algo que quisieras conseguir primero intenta descubrir qué es lo que te gustaría hacer todos los días de tu vida durante una o dos horas diarias. Los primeros días son relativamente fáciles. Lo que define si vas a desarrollar tu talento o no será tu motivación para continuar perfeccionando tus capacidades, incluso cuando no te apetece mucho, o cuando tienes un nuevo y apetecible videojuego... En otra palabra, tu nivel de disciplina propia.



Vayamos concluyendo; podríamos decir que todo el mundo nace con talento, pero no todo el mundo tiene la oportunidad de desarrollarlo. Por lo tanto, es una cuestión de oportunidades, no de capacidades. Por ejemplo, un niño que nace en un campamento de refugiados de Pakistan, cuya mayor aspiración es sobrevivir un día más, ¿diríamos que tiene talento si a lo largo de toda su existencia no tiene la oportunidad de desarrollarlo? Ahí os dejo esa reflexión.

En definitiva, una receta (aproximada) para desarrollar un talento es escoger algo para lo que tengas una inclinación natural -que te guste o que tengas alguna facilidad en hacer- y dedicar miles de horas a lo largo de varios años para mejorar, lo que exige mucha motivación y disciplina. Desarrollar un talento implica hacer sacrificios, como pasar menos tiempo jugando o viendo la televisión. Pero si es algo que realmente quieres hacer, ¡seguro que merece la pena!


"Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte puede ser cuestión de tener talento" -Jacinto Benavente-